viernes, 5 de agosto de 2011

Terminos Costeños

En la Costa no se prende el bombillo, prendemos el foco, y mucho menos abrimos la llave del agua, simplemente abrimos la pluma.
Aquí en la Costa, nada lo acomodamos, en cambio todo lo embutimos, y si estamos acelerados, lo zampamos. Nosotros no nos cortamos el cabello, nos pegamos la motilada. Ahh... y no es cabello, es pelo.
Para nosotros no hay protagonista de película, sino 'chacho'. Aquí no nos damos cuenta de las cosas, nos pillamos la jugada, y mucho menos lustramos los zapatos, los embetunamos.
Nosotros los costeños no trabajamos, sino que camellamos. No comemos torta, comemos pudín, y el salpicón no es más que el tuti-fruti. No conocemos el maduro, conocemos el plátano amarillo.
Aquí, no se forman problemas, se arma el bololó, y tampoco hay fiestas con desorden, sino despeluques.
Aquí en la Costa, no hay señores, hay manes, no hay mujeres chuscas o lindas, hay bollitos, y mucho menos chinos o chicos, aquí hay pelaos. A una mujer no se le dice que está bonita, sino ta' buena. No nos dan cambio sino vuelto, y tampoco recibimos dinero suelto, sino menudo, y cuando no tenemos plata, es porque estamos mondaos. A los costeños no nos da hambre, nos da filo, y cuando tenemos calor, prendemos el abanico, no el ventilador. Nosotros pisamos sobre alfombras, no tapetes, y no orinamos en la taza, sino que meamos en el inodoro. Y nunca nos damos una caída, nos esmonderillamos. Aquí no escribimos con esferos ni bolígrafos, escribimos con lapiceros. Y cuando peleamos no damos una bofetada, sino una trompá.
Las mujeres de la Costa no usan capul, sino china, y tampoco usan diadema sino vincha, y mucho menos usan panties o cucos, ellas usan morunos, y contrario a lo que creen ellas no lavan los platos, sino que lavan los chismes. Las mujeres de la Costa no tienen puchecas ni senos ni pomelos, tienen tetas. Los hombres no usan calcetines, sino medias, y cuando se van rápido, lo que hacen es pullá el burro.
Entre muchas otras cosas el carro de un costeño no tiene exhosto, tiene mofle. No tiene parabrisas, pero sí tiene limpiabrisas. Y tampoco tiene un timón, tiene una cabrilla. En el carro no se hace un pare, se hace la escuadra, y tampoco se suena el claxon, sino el pito.
Los hombres de la costa no tienen testículos, lo que tienen es chácaras. Aquí no conversamos, aquí hablamos mierda o paja. No molestamos, sino que jodemos, y tampoco nos reimos a carcajadas, nos cagamos de la risa, y cuando alguien se equivoca entonces metió las patas o las cagó. Los hombres de la Costa no tienen amantes, tienen una quería, o varias. No tienen amigos, tienen llaves y cuando cojen rabia no se enojan, se emputan.
Los pelaos en la universidad o en el colegio, no los rajan, sino que se las entierran, y ellos no hacen copialina, meten machete. Los compañeros no son suertudos, son unos lechosos, y mucho menos son colaboradores, sino unos lambones, y los profesores no son cuchilla sino yardas.
Los costeños no son conchudos, son culo e' lisos. No se sale en grupo, se sale en combo y en las fiestas no hay gotereros, sino gorreros. Nosotros los costeños no somos creídos, somos factos, y cuando tomamos, no nos metemos una borrachera, sino una pea, por lo tanto no se está jincho, sino pea'o.
A los pelaos no se les da correazos, sino juetes. Ellos no juegan a la golosa, sino al avión. No brincan cuerda, sino cabulla. Los costeños no usamos pantuflas, usamos chancletas, y no atamos con cuerda, sino que amarramos con pita.
Los costeños no hacemos gestos, hacemos morisquetas. La gente no tiene el pelo crespo, lo tiene cuscú o apreta'o. Jugando fútbol no es un tronco, es un maleta, y aquí nadie es un pelagato, es un donnadie. El costeño no consiente, pero si pechicha. Aquí en la Costa no decimos panal de abeja, sino parasco. No decimos prostituta, sino puta, no tenemos árboles, tenemos palos, y la gente no se besa, se martilla o se entrompa. Y cuando comemos mucho, no se queda lleno, se queda jacto.